En un lateral muy próximo
a aquel mosaico que me pareció pobre en cuanto a valor
artístico y cromático habían aparecido como material de
escombro y relleno, las famosas muestras epigráficas -270
inscripciones y dibujos hechos en cerámica sigillata- del
siglo III de nuestra era. Una de las representaciones es,
en principio, el primer calvario de la historia o el
calvario más antiguo.
Y el segundo
descubrimiento son palabras en euskera, lo que adelantaría
500 ó 600 años la fecha del vascuence escrito, conocido
hasta ahora en San Millán de la Cogolla.
Nada de esto se ve en la
visita a Pompeia Valentina.
Luego han aparecido más
grafitos u óstrakas (los expertos no se ponen de acuerdo
si no grafitos u óstrakas).
Los grafitos serían meras
marcas sobre vasijas en uso y las óstrakas son grafitos
que se graban sobre fragmentos de cerámica reaprovechados
como material de escritura y con fines concretos.
Visitando la excavación
una tenía la sensación que es como una papelera cuyos
papeles romanos rotos andan desparramados por la explanada
y lo que los romanos desecharon, los arqueólogos lo
recogen ahora como un tesoro.
Mereció la pena visitar
por segunda vez Iruña –Veleia sobre todo por el relato de
una de las personas que arañando la tierra sacó a la luz
un trozo de esa papelera. No se sabe por que los
pobladores de esta ciudad dibujaban a tantos crucificados
y escribían palabras sueltas en euskera.
Abra que seguir arañando la tierra. |