Capitulo 1

SEMBLANZA DE UN HOMBRE RENACENTISTA DEL SIGLO XXI:

JOSETXU IBARROLA IBARROLA.


         Yo tenía un primo en un pueblo cercano a mi casa. Su casa, en la margen izquierda del río Cadagua, dista de la mía, en la otra margen, apenas 3 kilómetros
.

En realidad, Josetxu Ibarrola Ibarrola era primo de mi padre ya que su madre Consuelo Ibarrola Valle era hermana de mi abuelo Emeterio Ibarrola Valle.

Josetxu nació el 17 de julio de 1935, justo un día y un año antes de que estallase la Guerra Civil. El día 18 de julio, Santa Marina de hace 88 años comenzó algo difícil de digerir; la lucha de un país contra si mismo.

 Nace  en el molino de Cerezo, barrio de Entrambasaguas. Pueblo en el que vivió siempre.

La vida de mi primo ha girado en torno al agua. Nació en un molino , se crió pescando truchas a mano, enfermó de tanto estar a remojo, vivió al lado del río, trabajó en Valca, fábrica que se instaló en Sopeñano de Mena gracias a las cualidades del agua del río Cadagua.

Compró la antigua escuela de Santiago de Tudela (valle de Mena) y el río Egaña pasa justo por detrás del edificio.

El día de su funeral, cuando iba camino del cementerio y se alejaba un poco del río Cadagua, cayó un solemne aguacero, duró poco pero lo suficiente para recordarme que desde el principio al fin  de su vida, el agua  del río Cadagua no le abandonaba. El agua seguía a su lado, le rendía  pleitesía.

Los padres de Josetxu eran primos y al igual que el río, que dicen, viene de Alava, en concreto de Subijana cerca de las Salina de Añana, pues Domingo Ibarrola Ayala, el abuelo de Josetxu y bisabuelo mio vino de Aguiñiga.

A escasa distancia de Aguiñiga se encuentra una tierra que es un relicto del edén, el valle de Angulo (valle de Mena).

La primera vez que pise las tierras de Angulo y me adentre en la parte alta del barrio de LAS FUENTES vi una casa con dobles ventanas de madera. Eran y son maderas curtidas por el tiempo, se intuían los visillos en los cristales del interior. Aquello me produjo una sensación agradable y mucha ternura.

La casa era perfecta: entre arbolado, un poco aislada, con una huerta grande , pozo, jardín, una terraza con vistas a la Sierra Salvada y sus dobles ventanas de madera.

Años más tarde, en Padrón, Galicia, la casa de Rosalía de Castro, que visité, tenía las mismas ventanas.

Pasó bastante tiempo y un día me enteré que aquella casa de las Fuentes perteneció a Rosa Valle (la abuela de Josetxu y por consiguiente mi bisabuela). Se casó con Domingo Ibarrola Ayala y allí habían nacido sus cuatro hijos ( Perfecto, Consuelo, Emeterio y Alfonso).
Esto es tan cierto como las letras que se van escribiendo en este papel.

Desde aquello, la casa de Rosa Valle ha sido para mi como un peregrinaje. La he visto transformarse pero las dobles ventanas de madera siguen ahí. Supe que en la casa pasaba temporadas un pianista y me hizo gracia el comentario del padre.- No toca una azada por miedo a estropearse las manos.

 Nunca escuche el piano ni conocí al pianista. Pero hay veces que cuando  voy acercándome a la casa, la sinestesia me ofrece la balada para Elisa de Beethoven. Y es felicidad infinita.


No solo yo me ha acercado a la casa donde nacieron los cuatro hijos de Rosa y Domingo. La hija de Perfecto y sus nietos y  Josetxu fueron varias veces. Y una tarde de primavera fuí con mis padres y hermano. Mi padre fue la primera y última vez que conoció la casa donde había nacido su padre. No dijo ni media palabra.

Siempre hemos visto la casa por fuera no  hemos traspasado la cancela.

 Mi abuelo Emeterio contaba que por el día ayudaba a su padre en las tareas del campo y por las noches iba a la escuela. Un día mientras cuidaba las ovejas en la ladera de Sierra Salvada, debajo del portillo del Aro, vio como una culebra enorme caía ladera abajo.

En la altiplanicie de la Sierra Salvada, ya territorio alavés, hay todo un mundo por descubrir. Las txaulas de Covata perfectamente integradas en el paisaje y el hayedo sirven de refugio  a los pastores. Es todo un poblado. Hace pocos años metieron el agua en las cabañas y sorprende ver los paneles solares en los tejados.

Se pueden andar kilómetros y kilómetros y no te cansas nunca de tanta belleza. Siempre hay nuevas emociones.

El primer sábado de septiembre, el poblado de las Txaulas de Covata se viste de fiesta y hay paella para todo quisqui. Se celebra san Vitores, la sierra se llena de gente, la algarabía inunda el ambiente y todo es color. Se respira la fiesta. Muy diferente a un día normal donde el silencio envuelve el hayedo y el único sonido es el cencerro del ganado y algún pastor llamando a los mastines.

Y la fiesta da comienzo con el sonido ronco del cuerno de Juan Antonio Alaña, artesano muy conocido y querido  en el valle de Ayala, Alava. Sigue la misa campestre. Hace años, el padre Varona soltaba su discurso, que nadie o casi nadie escuchaba. Una vez comió en nuestro grupo y al finalizar la comida mojó el pan en el vino y se lo comió. Eso mismo hacia mi abuelo Emeterio.

El padre Varona era muy querido por Josetxu y su mujer Lourdes, estuvo varias veces en su casa de Entrambasaguas.

La mañana se pasa entre concursos, paseos, el ganado va y viene del abrevadero, nos hacemos fotos y la felicidad se establece en nosotros.  Allí eres uno más. Josetxu, al final, no fue nunca.  Yo he ido muchas veces pero nunca son suficientes y disfruto, en silencio, por mis familiares que pisaron aquel paraíso.

La vida en Las Fuentes (valle de Angulo) transcurría tranquila hasta que a principios del siglo XX fallece Rosa Valle. Deja a los cuatro hijos pequeños. Mi abuelo tenía 11 años, Consuelo alrededor de los 14 y Alfonso era el más pequeño.

 En 1910, Domingo y sus cuatro hijos cambian las orillas del río San Miguel por las del río Cadagua y se establecen como molineros en Cerezo, barrio de Entrambasaguas.

Nunca he sabido el motivo del abandono del paraíso de Angulo. Pero si se que, años más tarde de estar ya asentados en la cuenca del Cadagua, vendieron la hacienda de Rosa Valle y se cumplieron los versos de Rosalía de Castro:

“Le vendieron los bueyes
le vendieron las vacas
el pote del caldo
y la manta de la cama
Le vendieron el carro
y las tierras que tenía,
le dejaron tan sólo
con la ropa vestida…”

La dejaron sola en el camposanto de Angulo. Allí está  Rosa Valle junto a sus raíces, junto a los suyos y allí sigue su hermosa casa con las dobles ventanas de madera.

Seguiremos con la semblanza de Josetxu en breve.

Irene Ibarrola

1998 junio - Cabana de Covata

1998 junio - Cabana de Covata

2000 julio Las Fuentes - Angulo - Casa Bisabuela

2003 junio - La Casa de la Bisabuela

2004 agosto - Casa Rosa Valle - Bisabuel

2004 setiembre - Hayedo de Haedo - Valle de Angulo

2004 setiembre - Fiesta Covata - Alava

2005 setiembre - Altar de Sant Vitores - Covata Alava

2007 setiembre - Fiesta de Covata

2007 setiembre - Fiesta de Covata

 

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